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Tuesday, December 03, 2013

Cambios políticos y políticos de cambio.


 

 


En los días posteriores a las elecciones nacionales legislativas se produjeron algunos cambios. Por empezar, el gabinete nacional sufrió el choque de la derrota electoral. Un cambio que gira hacia la derecha comenzó en el gobierno nacional.

Pero ver la foto electoral no ayudará en nada en ver que es lo nuevo de la política. Por eso debemos partir de los momentos políticos anteriores. Esos fueron los dos últimos años. Luego de la hazaña del 54% logrado por Cristina Kirchner el movimiento de este sector político giró en torno al eje principal de la misma señora presidente. Desde el 2011 a la fecha la acción política se basó en consolidar la figura única de la presidente. Fue así, que largas demostraciones de lo contrario por la población, se viera que esa posibilidad de reformar la constitución sea un sueño que se desvanece durante la realidad viva. Esas  demostraciones fueron las movilizaciones del año 2012 en las calles y de parte de los llamados cacerolazos masivos. Se llega así a este año 13 con que el gobierno tiene una figura sola para seducir al electorado y lanzado a la utopía de lograr resultados favorables a esa figura para la re reelección coloca nombres nuevos en todos los distritos. El resultado no fue el mayoritario sino de un 30% de votos a favor de este proyecto. Luego de las elecciones y visto la imposibilidad real y contundente de ese camino se gira y se coloca a Capitanich como sucesor del gobierno actual.

Este giro está acompañado por la senda de la derecha que en las últimas medidas dan indicios inequívocos. Sería esto la respuesta a la seducción de Massa en el electorado y medios financieros de sustentación y medios comunicativos de seducción que juegan obviamente a este camino político. El gobierno parece tomar cuenta esto y da respuesta en ese sentido. El kirchnerismo buscará ser el viejo mejor conocido para el Poder real económico que bueno y malo por conocer como el massismo  por nacer.

Este giro también fue seguido por otros políticos, Binner fue hacia ese lado con sus dichos y actos buscando, tal vez, conseguir favores de ese espectro político nacional. El partido Socialista ahora manejado por Hermes Binner fue así el otro partido que giró a la derecha; tratando de perfilarse como centro derecha al partido tradicional de la centro izquierda. Esto tuvo su reflejo electoral en el que la izquierda tiene un espacio real y voto al Partido Obrero. El PO nunca logró llegar ni cerca del 1% de los votos nacionales, en esta oportunidad llegó a más del 6% en todo el país. Un millón y medio de votos que capitalizó el espacio dejado libre por el socialismo binnerista, quien a su vez perdió ese caudal por nada que le brindó la derecha. La derecha fue ocupada por sus tradicionales representantes como el PRO de Macri, el peronismo que lideró Massa fue el que captó mejor ese espacio político social de la Argentina. Así el socialismo no tuvo ni tiene capacidad de seducir a la derecha política ya que es una contradicción casi antinómica esa unidad para los votos electorales.

Se evidencia así la jugada del gobierno de apuntalar nombres para la próxima elección presidencial del 2015. Capitanich será el primero y quizás no el único si llega a no ser aceptado por el grueso del votante kirchnerista y de los peronistas disidentes. Los movimientos del gobierno han sido hasta ahora muy positivos para ellos y se ha logrado superar el fracaso electoral pasado en octubre. Tanto que ya nadie reivindica un triunfo fuera del gobierno nacional. El kirchnerismo no ha ganado las elecciones pero también no han ganado ninguno de los opositores del gobierno. En este empate por la negativa queda ganando el propio gobierno que por eso sale a manejar la agenda política ya que no ha pasado nadie a liderar espacios de poder luego de los resultados electorales. Esto se evidencia en que la oposición pasa de nuevo a relatar lo que no le gusta de lo que hace el gobierno y el partido del gobierno. Cosa que se sabe, solo refuerza el relato del mismo gobierno.

Del la misma manera que el gobierno parece estar fortalecido en estos días de diciembre, la oposición parece seguir débil ya que no logró imponer un solo y único liderazgo político. En la derecha Macri vuelve a su lugar de disputa indiscutida, mientras Massa se desdibuja por pasos en falso que da. La foto junto a Insaurralde es uno de esos pasos. Y los arreglos en la legislatura provincial de Buenos Aires es otro de los pasos obligados a dar en falso por sus históricos dirigentes sumados por puro electoralismo. A la vez que el mismo gobierno actuó de manera precisa y acertada evitando la fuga de dirigentes hacia Massa.

Por el lado de la centro izquierda el mundo está fragmentado en grietas bastantes pronunciadas. El radicalismo pudo perfilar a Cobos como su líder para disputar la presidencia. Los radicales no ceden en sus pretensiones políticas históricas y ya se han abroquelado en un bloque aparte de los del FAP. La experiencia UNEN sirvió  hasta las primarias y ahora en el bloque de diputados hacen bloques separados y unipersonales: Carrió por una parte, Lusteau por otro. El FAP es un interbloque de socialistas binneristas, Libres del Sur, y Lozano. Todo este mosaico de centro izquierda, incluido el radicalismo, bregan cada uno por su cuenta a la imposición de su propio líder a los demás. Es al parecer que la oposición jugará a ser quien es el más opositor entre ellos y no el de crear un espacio de lucha para ser la opción de Poder.

Ante todo esto el peronismo global se siente dueño de casa. Sus distintas posiciones de intereses están libres de hacer sus juegos para disputar el poder sin que haya un peligro desde afuera. Nadie parece perfilarse para ser un peligro real a conglomerado peronista que optará por cerrar el espacio a unos pocos dirigentes y espacios de poder para seguir gobernando el Estado Nacional los próximos años. En este juego, el kirchnerismo tiene una representación real del 30% de la voluntad popular, que si bien no es una clara mayoría absoluta, es la mayor representación política que hay en el país y que si sigue en esta senda de corrección del pasado fracaso ( como el de Moreno) puede no solo aumentar sino que hacer efectivo esa mayoría simple sobre el disperso y agrietado mundo “opositor” sin contratiempos y continuar su poder un periodo mas en el 2015. En este panorama el que se puede destacar y figurar es la izquierda trotskista como la nueva estrella de la política argentina ya que las contradicciones sociales y económicas subirán de tono como siempre ocurre en el capitalismo.