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Friday, March 29, 2013

ESA ROSA BLINDADA.



El enfrentamiento ocurrió cerca del mediodía de aquel fin de enero, del año 1977. La noche anterior, la compañía C del regimiento 2 de Infantería entró en el llamado “rayo”, que consiste en estar las 24 horas armados y listos para entrar a combate. Habría sido una rutina fastidiosa, una más de las tantas que se hacían en el ejército en esos años, sino hubiera pasado que, a las tres de la mañana, nos levantan de las camas con un estridente pito soplado por el cabo primero Paredes. Levantarnos fue correr agarrando el casco de acero, el fusil, los cargadores y con los borceguíes puestos sin atar los cordones. A la salida de la barraca estaba el gran camión en marcha que, apenas subimos, arrancó a gran velocidad por las calles internas del cuartel para salir inmediatamente a la ruta rumbo a la ciudad de Córdoba. En la plena oscuridad de la ruta nos terminamos de acomodar la ropa de combate y los armamentos.
Parecía que todavía era una simulación para aceitar los resortes de acción rápida que se le exigía a la tropa. Pero solo fue una gran negación colectiva mientras nos hacíamos bromas pesadas para reírnos  a carcajada limpia. Entre los paños de lona que cubría la caja del camión se podía ver el exterior. Una paralización de los sentidos fue ver ese auto destrozado a balazos y roto sobre la vereda detenido contra un árbol. El silencio inundó nuestras bromas usuales ante el trágico cuadro que ahora quedaba atrás recortando el auto blanco a la violeta oscuridad con los vidrios perforados por las balas. Dimos varias vueltas por ese barrio de clase media hasta que llegamos a una estación de trenes. Bajamos allí y, oficiales que no conocíamos, nos ordenaron posiciones de combate alrededor del extenso edificio. La noche empezó a ceder con los leves refulgores del amanecer. Una amplia avenida vacía, que me tocaba vigilar, iba tomando la claridad del amanecer con colores fríos y grises. Los mudos edificios respondían a nuestras miradas atemorizadas. A los pocos minutos, con nerviosismo bélico, los oficiales nos ordenan abandonar la posición y subir nuevamente los camiones.
Paramos en otro punto del residencial barrio de solidas casas de planta baja. El oficial al mando me aposta en una esquina cuya calle se cortaba allí. Yo portaba un fusil pesado de apoyo a los tiradores de fusiles livianos.  Ya era entrada la mañana, cerca de las ocho, cuando el tiempo se sentía en el estómago. Quede solitario en ese puesto de la calle lateral de la zona sitiada donde terminaba la calle transversal con una tranquila seguridad. Las horas comenzaron a detenerse, y estando allí parado con el fusil pesado, los cargadores llenos de municiones y el casco, al que lo soliviantaba apoyándolo de sesgo contra la pared de una casa antigua, el hambre cerca del mediodía, hizo que golpeara una ventana para pedir algo de comer. Terminé un desayuno, que esos vecinos me dieron sobre la ventana, apenas cuando empezaron las explosiones de miles de disparos de cientos de fusiles a una cuadra y media de mi posición.
El tiroteo era de nutrido estampidos de disparos de todo tipo de armas. La confusión de miles de tiros era aturdidora. Explosiones de granadas se sucedían cada tanto mientras miles de balas volaban para todas partes en aquella manzana. Pareció durar una eternidad atropellada esa lluvia torrencial de tiros. Y de manera dudosa fue cesando a los gritos de oficiales desesperados gritando el alto el fuego de rigor. La zona quedó en muda naturaleza en el que de a poco el movimiento de tropas reacomodaba las posiciones siendo lo único vivo que parecía existir en ese barrio de la clase media trabajadora cordobesa pasado el mediodía.
El dato circuló veloz; había sido abatido un hombre que se defendió con una pistola Luger. Faltaba aún su pareja; una mujer que salió hacia otro rumbo luego de chocar el auto.
En otro reacomodamiento de hombres se cercó todas las manzanas de los alrededores. El capitán que me puso en aquella esquina me llevó con él. Nos quedamos donde los oficiales mayores habían dispuesto en centro de operaciones que consistía en tres vehículos con radio comunicaciones. Me quede allí cerca con el fusil de alto poder de fuego y largo alcance. Vinieron varios oficiales con la noticia de que en una casa de la cuadra estaba la mujer con la familia adentro de rehén. La mujer mantenía a la familia en silencio con la amenaza de hacer explotar las granadas que llevaba en el bolso. El jefe de los oficiales mandó a traer el equipo de radio que estaba en un jeep y comenzó a hablar con centros de radios. Dijo que pusieran al dueño que llamaba al comando en comunicación con la radio para hablar con él. Y desde la radio al lado mío desde la esquina, el jefe de oficiales hablaba con el dueño de la casa a la media cuadra. Preguntó la dirección exacta para identificar bien el frente de la  casa. Y luego, mirándome me señala que me ponga en posición de tiro con el fusil pesado apuntando la puerta de la casa señalada. Pasaron unos extensos minutos y luego llama de nuevo a la radio el hombre de la casa. Pedía que no disparen porque iba a salir el primero con la bolsa de granadas en la mano.  El hombre había convencido a la chica de que se entregue. Los oficiales y soldados tomaron posiciones de combate. Iba a salir el hombre. Me indicaron que me mantuviera en alerta por si acaso eso no ocurría. Por eso cargué el fusil, le saqué el seguro y quedó listo para disparar. Los segundos seguían pasando en extrema lentitud, sin que ningún signo de movimientos partiera de la casa. El oficial a cargo había dejado de hablar hacía unos minutos ya que el teléfono de la casa lo habían colgado. De la casa, todavía nadie salía. Puse el dedo en el disparador y lo apreté hasta el último paso en el que una leve presión ocasionaría el disparo del proyectil. En el momento en el que comenzó a abrirse lentamente la puerta pensé en dispararle al tipo que entregaba a la mujer guerrillera. Pensé que mi primer disparo causaría una sucesión de disparos en el que se confundiría todo. Pensé también que eso último no ocurriría y quedaría en evidencia ante todos allí. Mientras ese tren de pensamiento pasaba, el hombre de la casa, corpulento y alto, salía lentamente hacia el pequeño jardín hacia la puerta de hierro sobre la vereda. En las manos en alto sobre su cabeza tenía el bolso verde con las granadas. El hombre salía hasta la vereda de manera muy lenta  y una vez allí los oficiales avanzaron agazapados hacia la casa con sus armas en las manos apuntando hacia aquella. Yo iba soltando la presión sobre el gatillo del arma. Cuando los oficiales llegaron a la casa y tomaron el bolso con granadas puse nuevamente el seguro del arma.
Pocos segundos después sale la chica, rubiecita y de estatura casi baja. Me levanto de la posición de tiro, descargo el arma sacando la munición de la recámara y compruebo su desarme gatillando el mecanismo en vacío. Luego de la rendición de la mujer guerrillera parece que ya nadie mandaba a nadie. Voy hacia la casa donde aún la chica permanecía de pie al borde de la calle. Mientras me acerco viene un coche, un falcon verde metalizado que para justo frente a ella y la suben a la parte de atrás. Alcanzo a llegar para verla antes de que cierren la puerta de ese coche. Su pelito corto de color miel, sus ojos claros, redondos y tristes, sus mejillas rosadas salpicadas de pecas, que delata la edad de chica estudiantil. No le podía hablar a pesar de estar bastante cerca de ella. No se podía, no sabía que se podía decir. Ya que decir algo era que hicieran algo para que no se la lleven esos oficiales que salían de la casa luego de haberla registrado minuciosamente. Solo mi silencio surgió hacia esa rosa blindada. 

Wednesday, March 13, 2013

HABEMUS LATINOAMERICAM.



No sin sorpresa el mundo conoció al nuevo Papa. Había pocas fichas puestas al cardenal argentino Bergoglio, ya que no figuraba entre los papables de las listas de vaticanistas del mundo. Evidentemente esta designación de un Cardenal americano dice dos cosas: 1- de la crisis europea; 2- de la importancia creciente de Latinoamérica. ¿Por qué? Porque un Papa europeo traería una crisis de consciencia que se sumaría a la económica y social que vive ese continente principal del mundo. Los ajustes económicos en Europa son la expresión más alta de injusticia social de todos los tiempos. Y un Papa europeo deberá chocar contra esta injusticia, o deberá convalidar con sus silencios.
La crisis europea es la caída de los préstamos usurarios y los negocios inmobiliarios creados como una fuente ilusoria de negocios. La explosión de la burbuja especulativa de los préstamos hipotecarios hizo estallar los activos financieros, que se desvanecieron en el aire. La evaporación del dinero de los bancos fue cubierta por los Estados Nacionales de Europa, España, Italia, Grecia, Portugal, con gobiernos de derecha. Y el gobierno, a su vez, extrae ese dinero de la riqueza social acumulada en forma de ajustes a la economía, quitándoles a la población el poder adquisitivo de su trabajo. Es la injusticia más evidente, a los ojos de quien quiera ver, hecha por la burguesía internacional. Por eso no  pueden repetir aquellas paradojas del nuevo testamento que describen como Jesús echaba a los mercaderes del Templo. Hoy un Papa europeo tendría que hacer eso. Y de allí la contradicción de un Papa de ese continente ya que el Vaticano es un super Estado, un Estado encima de los Estados nacionales (siendo éstas grandes estructuras institucionales, órganos de las clases burguesas del mundo, o sea las clases sociales dueñas de los medios de producción de bienes de capital, dueñas del dinero mundial y dueñas propietarias de las tierras productivas del planeta).
De allí la contingencia latinoamericana. La otra  cara de la crisis financiera mundial es la revalorización de los comodities, o mercancías primarias insustituibles, como el alimento y la energía, cereales, carne, petróleo, gas, metales, etc. ya que el dinero global ha emigrado a esos productos de mercado donde se refugian para mantener y adquirir valor. Por eso el Papa Latinoamericano está para asegurar este gran desplazamiento del capital mundial a la zona del reservorio de riquezas que debe ser protegido por las clases dominantes del mundo para su supervivencia de dominación. Esto demuestra la importancia estratégica que está adquiriendo nuestra región continental para el capitalismo mundial. Es decir, que será escenario de un impresionante proceso de lucha de clases mundial en el continente americano. De allí entonces la designación de Bergoglio. Un cardenal argentino que dio muestras de fidelidad al Estado Nacional de las burguesías mundiales cuando se impuso un modelo económico brutal apoyado por la violencia armada del propio Estado. Garantía entonces de mantener el dominio en todo el continente latinoamericano desde la ideología religiosa sería la designación del Papa argentino.
Esta es una visión materialista dialéctica de esta designación Papal. Al vaticano se le pueden refutar 33 axiomas religiosos y no se inmutan. Si le tocan el trigésimo de su fortuna salen a matar con su santa violencia a nombre de Dios.  

Sunday, March 03, 2013

Podrá surgir la clase social amigos del gobierno.



24 años de peronismo político como una forma de clase dominante en la Argentina, que define el rumbo social, político, económico y cultural desde su práctica desde el Poder del Estado, y que determina una composición orgánica de las instituciones de la República, está tejiendo una telaraña de Poder de manera evidente desde las perspectivas de la dialéctica materialista. El peronismo realiza una relación de hechos de corrupción que los tiene de sujeto activo y agente.
         Desde el inicio de esta última etapa peronista, de estos 24 años, se ha organizado un sistema de relaciones de corrupción con las privatizaciones de empresas estatales a las que se les adosó empresas de servicios manejadas por sindicalistas peronistas que actuaban dentro de esas mismas empresas estatales. Por ejemplo, en los ferrocarriles se le ha dado a Pedraza la empresa de servicios para los ferrocarriles del Sarmiento. Empresas que son obligadas a ser contratadas por la privatizada que capturan grandes desembolsos desde el Estado. Es un gran favor de cambio dado que sin ellos, los sindicalistas, no hubieran sido posible las privatizaciones en los primeros años 90. Así, esta naciente corrupción “productiva” de ganancias a los peronistas tanto en el gobierno como en las empresas fue una organización delictiva dentro de los ámbitos de las empresas privatizadas con el Estado. La gran masa de dinero y de la caída subsiguiente de las ganancias hace que, en los mediados del 90, el Estado tome grandes créditos para pagar el gran aparato corruptivo para que las empresas nacionales funcionen aunque sea de modo precario. Llega un momento crítico de acumulación de deudas, en los 2000, que fue imposible seguir pidiendo prestado a los usureros internacionales. Se llega a si al fin de la etapa primaria, o primera fase, de este modelo económico que al no ser modificada aunque sea en parte, hizo estallar en mil pedazos a la economía real a fines del  año 2001. Al necesitar más dinero se apeló a saquear las cuentas personales de millones de ahorristas. Y sin poder solucionar el problema de la corrupción de privatizadas y sindicatos expoliadores, como base profunda del problema,  se abrió otro más grande en la superficie de sociedad civil económica de la argentina, haciendo estallar por el aire. El gobierno de ese periodo de paréntesis político, que no quiso, o no vio, esta escandalosa corrupción peronista también voló por los aires literalmente en helicóptero.
         Se llega así a la etapa superior del sistema primario de la corrupción peronista. Parcial porque se daba dentro de las ex empresas estatales y sus expoliadores los sindicatos peronistas, llamados burocráticos, pero que dejaron una gran ganancia de dinero para sus dirigentes. Tanto que estos, fiel a la cultura argentina, invirtieron en estancias de ganado vacuno y de producciones agrarias. En los años posteriores al 2001 se va a ampliar este proceso de producción de plusvalía basado en la corrupción de empresas y obras dentro del espacio público hacia otros ámbitos públicos.
Las grandes obras públicas como, pavimentación de rutas, autopistas, viviendas son realizadas por nuevas empresas contratistas creadas bajo la supervisión federal del mismo gobierno.  Las obras públicas de plazas, edificios de centros culturales, espacios públicos específicos como tecnópolis, y otros son hechos sin ningún tipo de control presupuestario y fuera de él, donde se pone a circular cantidades de dinero sin dar cuenta a nadie. Mientras que por otra parte surgen empresas de amigos, como las de los juegos de casinos, y de empresas de medios que se amplía y crece cada día que pasa discriminando las pautas oficiales que financian a los amigos y desfinancian a los no amigos. Esta es la segunda etapa o etapa superior de la corrupción orgánica del Estado Nacional de estos días del 2013.  
         La fuente de financiación de todo este sistema corruptivo de la economía nacional surge de la renta agraria  argentina. Renta que además tiene un alto componente de renta extraordinaria por la calidad de sus suelos y sus grandes extensiones. Este modelo de economía nacional que hace circular la renta nacional hacia el sistema de corrupción de producción de acumulación de esta renta en los dirigentes y amigos del peronismo va conformando esa clase dominante dentro de nuestro país. Con la particular relación de que el sistema de producción de ganancia de dinero tradicional de capital argentino no se halla afectado en sus desarrollos. Todo depende de la renta del campo. Pero mientras crece el poder económico productivo del ámbito peronista los demás sectores económicos entran a depender de esa clase y por eso en dominante. Sin embargo, como el dinero que surge de la renta proviene del intercambio de mercancías internacionales, y su interrupción eliminaría todo este círculo perverso de la economía argentina, queda de modo dependiente de este mercado. De esta manera  se ve que a los intereses extranjeros quedan a salvo de los zarpazos de empresas de los amigos y funcionarios peronistas. Las empresas extranjeras en corporaciones que manejan el comercio mundial si ven peligrar sus inversiones en la Argentina pueden trabar el intercambio de cereales y carnes o trabar las cuentas bancarias de los funcionarios y peronistas en el extranjero.
         Entonces, tenemos que las necesidades del sistema orgánico de corrupción argentino va a tener que operar en mayor escala, esta vez en la producción real del aparato productivo argentino adquiriendo fábricas y empresas distribuidoras o de servicios de energía. Pero la adquisición a precio de quiebra es la mejor manera para ellos tal como la empresa de imprimir billetes lo hizo el vicepresidente Boudou. Para tramar toda esta segunda etapa superior, expandiendo el modo de corrupción productiva, es que se lanzó ese avance hacia el Poder Judicial. Interviniendo la justicia y creando las condiciones de legalidad a sus medidas perversas para quedarse con empresas que podrán ser expropiadas por decisión gubernamental.
         La historia nos ofrece  innumerables nacimientos de clases sociales que luego son dominantes cuando sus agentes se apoderan el Poder del Estado. Este tiempo del peronismo es una más en la historia de los países en la que se intenta la ascensión de una clase subalterna a la posición dominante dentro de una nación, pero que no lo hace por ser mejor económicamente sino por corromper las funciones del Estado Nacional hacia un grupo de amigos partidarios. Las clases sociales realmente ascienden a la posición dominante cuando son más productoras de más valores nuevos, en bienes de cambio y de bienes uso, de lo que eran las anteriores clases dominaban la producción. El sistema de corrupción general de este período es un gasto enorme consumo de riqueza y resta también no dando ningún bien de cambio equivalente por su funcionamiento. Lo que equivaldría decir que es una clase parasitaria que intenta ser forzada ser la dominante sin tener recursos reales concretos para ese fin. Un suicidio económico estrepitoso.