Powered By Blogger

Friday, September 23, 2011

El Rosario de antigüedad.

En un libro de edición del autor, Teodoro Caillet-Bois, en calidad de capitán de fragata de la marina de guerra escrito en Buenos Aires en el año 1939 y que tiene de nombre “Costa sur y Plata” narra episodios de batallas navales en territorio argentino del siglo XIX. En el capítulo “Guerra de vapores en el Paraná” relata la incursión inglesa para rescatar ciudadanos comerciantes ingleses en puertos de Corrientes. Esta incursión es conocida popularmente por la batalla de la “Vuelta de Obligado”. En los actuales billetes de 20$ aparece simbolizado este conflicto internacional.

El Capitán de fragata Caillet- Bois relata estos episodios basado en un libro publicado en 1848, por el capitán de fragata inglés: Mackinnon, que se llama “Steam Warfare in the Paraná” de donde toma el título para su relato: Guerra de vapores en el Paraná.

El libro del marino inglés describe las acciones navales que tuvo por escenario al río Paraná entre Montevideo, donde los ingleses tenían su flota de guerra y el Paraná Superior, donde quedó un convoy naval y una flota de barcos mercantes varados por los preparativos del General Mansilla en Punta Quebracho cerca de San Lorenzo. La zona de operaciones era bastante extensa, 3.000 Km.

En estas operaciones la marina inglesa probó dos nuevas armas en el escenario mundial. La navegación a vapor para un buque de guerra y los misiles aéreos como arma secreta.

El libro del ingles esta escrito como una bitácora de navegación. Es este relato donde rescato un hecho que nombra a la ciudad de Rosario. Luego de que un Frances delatara todas las defensas de la zona del Rosario y del San Lorenzo los ingleses se atrevieron en avanzar hacia el norte en pleno territorio hostil. A la mañana siguiente los barcos remontan el Paraná pasando tan cerca de las barrancas que podía bajar a tierra directamente del buque. Apenas pasan esa saliente de la Pampa se descubre abruptamente la ciudad de Rosario. Lo primero que ven, o mejor dicho oyen, son el “bullicio en el agua, a babor, casi al pie del casco; la población femenina de la ciudad tomando su ablución matinal, en el traje donado por la madre naturaleza;..”. Un poco más adelante una fuerza de caballería para atacar en caso de desembarco de los militares ingleses. Ante la amenaza de las fuerzas de Buenos Aires los ingleses se prepararon para un eventual enfrentamiento armado que a una erótica aventura amorosa con las rosarinas que tenía allí su lugar de aseo celosamente cuidado por la población de la ciudad.

La guerra continuó sin embargo. Los ingleses fueron a los puertos correntinos a rescatar los buques llenos de mercancías. Embarcaron a los agentes del comercio instalados allí con la sana intención de proclamar la soberanía del lugar y pedir el reconocimiento a un nuevo país que se llamaría algo así como ‘Corrientes de entre los ríos’. Que era lo que buscaba el gobierno inglés para completar el aislamiento entre naciones creadas por ellos. A la vuelta cuando vienen de Corrientes hacia Montevideo se produce la batalla de Punta Quebracho en la zona de la hoy ciudad de Puerto de San Martín. Si bien los ingleses cumplen con éxito la operación militar naval del rescate de sus súbditos con algunas bajas y bastantes combates quedará frustrada la operación política de crear otro país artificialmente en el territorio argentino. Desde esos momentos, la política nacional tendrá una soberanía indiscutida en el mundo siendo la ciudad de Buenos Aires, en los siguientes años, la ciudad con más crecimiento económico y de mayor población en toda America hasta los años 60’s del siglo XIX. Luego vendrá el liberalismo económico con la supeditación de la aduana a los mercados mundiales, perdiendo así el liderazgo americano que supo ganar en luchas y guerras en todo el territorio suramericano.

Eduardo Ernesto Garay. Viernes, 23 de septiembre de 2011.

Thursday, September 15, 2011

TIEMPOS MORTALES.

Tiempos mortales. Por Eduardo Ernesto Garay. Jueves, 15 de septiembre de 2011.

A los tres años y medio o cuatro iba seguido a la casa de mi abuela. A ella le gustaba tener gatos y había algunos enormes de pelo largo. De tipo angora decía la abuela. A mi me gustaba jugar con ellos porque los llevaba hasta la esquina de la calle Moreno y al soltarlo volvían corriendo a la casa que estaba en la calle Pueyrredón. Un día con mi mamá nos trajimos un gatito chiquito para la nueva casa nuestra de la calle San Lorenzo. A los pocos días me pongo a jugar con él. Como no se dejaba agarrar fácil lo arrinconé contra una caja de herramientas de mi padre, que era de madera y muy pesado. El gatito igual no se dejaba agarrar y esquivaba mis manotazos para atraparlo. Entonces abrí el cajón saqué una masa de albañil y le pegue varias veces al gato. Así lo pude agarrar pero no se movió más. Lo había matado. No se donde puse el gatito muerto pero cuando mi madre lo buscó para darle algo de comer dije que se habría ido. Al fin lo encontró y dijo pobrecito que le habrá pasado y lo dejó por allí tirado en el patio para enterrarlo más tarde. Al otro día fui a la casa de la abuela y traje otro gato al que cuidaría de no lastimarlo porque con el otro aprendí lo que era la muerte y aprendí que mi torpeza o mi voluntad podrían darla.

Será por eso que muchos años después no le temía a la muerte cuando se morían a mí alrededor por las balas que partían del palco o de los árboles indiscriminada y copiosamente. La lluvia de balazos había coronado la larga batalla del “Luche y Vuelve” que habíamos dado en las calles de las ciudades argentinas durante esos años. Esa lluvia no cesó hasta 1982 cuando perdimos la guerra militar de Malvinas. Desde que maté jugando al gatito siempre había pensado en esos años que si había matado a un pobre animal absolutamente inocente porque no podría matar a un ser humano culpable de la propia muerte de él mismo. Desde los años del gatito, de 1958 a 1982, fueron los tiempos donde el espacio de la muerte abrió su más amplio abanico que nos cubrió la luz. Y fue precisamente cuando mataron a chicos inocentes por el cálculo político de un alcohólico con poder militar. Una torpe y burda maniobra entregó cientos de vidas a las garras del imperialismo militarista mundial de esos años.

Será por eso que cuando volvimos a un gobierno democrático lo cuidamos de nuestras torpezas y de nuestra voluntad de matar, yo pienso que sí. Entonces, aquel espacio de la muerte fue la que nos enseño a cuidar este espacio de la vida y no las virtudes de los ocasionales estadistas de las propagandas ideológicas oficiales.

Sin embargo, el espacio y el tiempo de la muerte abarcaron gran parte de mi culpable vida. Fueron 24 años de los 27 cuando terminó. Así y todo quien me ve puede decir este, no mata ni una mosca. Al menos, gatos en cantidades los maté por alguna causa o por otras, otras veces apunté con fusiles ya para matar a varias personas y otra la evitaron otros a que lo hiciera. No es fácil ser mosquita muerta en el espacio de la muerte, no se controlan los impulsos primordiales en ese lugar y es más fácil ceder a instinto de sobrevivencia que a pensar en consecuencias. Lo único que puede evitar caer en ella es por el miedo. El miedo paraliza y no se hace nada y se evita meterse en nada que no sea trabajo esclavo y dormir. Y como queda en claro, yo al miedo lo había perdido a los tres años y medio por el sacrificio de aquel pequeño gatito que me enseño a ser libre o morir de lo contrario. Por suerte, los humanos han inventado muchos modos de ser libres, así que la disyuntiva no nos es muy trágica. Sobre todo luego de 1982 en la Argentina.

Ya van para 30 años de convivencia `sin muertes a nuestro alrededor. En el 2012 se verá claramente esto cuando se conmemoren los 30 años de Malvinas. Es decir, nuestro espacio de la vida ya tiene más años que la última de la muerte. Estos espacios simbólicos tienen una gran magnitud para la sociedad argentina que de hacerla conciencia histórica hacen a la cultura de nuestro pueblo algo más que una simple nación más del planeta.

Vuelvo a la imagen de mi infancia. En los primeros años de mi vida la palabra muerte no existía, era un sonido sin significado, sin sentido. Cuando supe que el pequeño animalito no viviría más supe al instante que era esa palabra muerte, en la sociedad política de masas las consignas patria o muerte eran sonidos sin existencia real. Luego de Ezeiza, del golpe del 76, de la represión del 79, de la guerra de Malvinas, la sociedad supo lo que era la palabra muerte en el espacio simbólico social. Esto nos erige como pueblo que tiene algo que ofrecer al mundo y a la humanidad.

Ciudad de Granadero Baigorria. Provincia de Santa Fe.

Sunday, September 11, 2011

Opinión de la actualidad

Muchos analistas políticos llaman al tiempo presente como el del Capitalismo Tardío. Esto sería la última etapa del sistema de producción basado en la ganancia del dinero. El capitalismo se consolidó de manera efectiva en los años 1750 cuando se decide que la política del Estado sería la de defender los intereses de los bancos y de las empresas económica de los ciudadanos del Reino Unido. Esto quiere decir que de allí en adelante las fuerzas armadas del Estado defenderán los bienes que los ciudadanos ingleses tengan en el mundo. Antes de este periodo, las fuerzas del Estado defendían el honor y los bienes de los nobles ingleses ligados a la familia real del momento. Esto cambia y obliga a los militares defender las fábricas y bancos ingleses desparramados por el mundo. Las razones de cambio son sencillas: la riqueza que producen los bienes de las empresas son muchísimas más grandes que las de cualquier familia real que pueda estar en el poder. La historia cambia y deja de ser las de los cambios de las familias reales y comienzan la era de las naciones. Desde ese momento el capital se transforma en la fuente del Poder en el Reino Unido y de las naciones que siguen este camino. Este sería entonces el momento del capitalismo triunfal luego de casi 300 años de lucha en dominar al feudalismo europeo ligado a poder de las familias de la nobleza.

Ahora, pisando el año 2012, podemos ver que el capitalismo lleva más de 260 años de dominio en el mundo donde en los últimos 100 años se lo ha puesto en jaque por las luchas sociales sin llegar a su esperado final. Podríamos decir que estos años han sido de ensayos pre-socialistas como forma de querer reemplazar el sistema dominante capitalista por otro no capitalista. El sistema capitalista, sin embargo, ha demostrado tener fuerzas regenerativas que le permitieron reproducir las condiciones de su existencia real cada vez que se lo ha puesto en crisis política. También lo ha demostrado luego de cada proceso de crisis de acumulación real del capital a las que conocemos como “crisis económica”.

En estos años del siglo XXI estamos asistiendo sin embargo a un proceso de acumulación acelerada. Durante el siglo XX las “Crisis” se producían cada diez u once años, durante estos años, desde el comienzo del siglo con la caída de Unión Soviética, las crisis son de cada vez más frecuentes. Las crisis del golfo, la crisis de las Torres del WTC, la crisis de Irak, la crisis de la hipotecas, la crisis de las deudas soberanas son señales periódicas de los procesos de acumulación. Las reuniones de los grupos de las regiones económicas dominantes son casi mensuales, cuando antes los hacían anualmente. En realidad estas fases de crisis, que son un proceso de acumulación del capital, se ven como catástrofes porque, evidentemente, si el dinero se acumula en un punto o centro financiero es porque emigra de los bolsillos y de las economías sociales de otro punto o economía del planeta. Por eso nosotros, los que no poseemos el dinero ni los medios para producirlo, lo sufrimos como falta del mismo y tengamos que trabajar mucho más duro para mantener la vida en condiciones razonables.

Lo que caracterizaría esta etapa del Capitalismo es que las condiciones que lo ponen en riesgo de existencia es su propia acción y no de que provenga de algunos de los movimientos externos como fueron las luchas obreras del siglo XX. Este riesgo de la reproducción de su existencia, en el capitalismo, es su capacidad de producir ganancia con el movimiento del dinero, que en economía política se llama plusvalor. Este plusvalor surge de la compra de la fuerza laboral, en forma de salario, para producir mercancías nuevas para el mercado en un mayor valor que lo pagado en salarios. En estos últimos años se ha producido una nueva forma de explotación laboral que es la de tecnologizar su mecanismo serial. Los sistemas electrónicos inteligentes, las computadoras, los robots, han sido incorporados al proceso de producción de mercancías y han logrado multiplicar por decenas la productividad del trabajo. Al mismo tiempo se ha desplazado mucha mano de obra humana fuera de los medios de producción a la vez que se multiplicó el intercambio (shopping y centros comerciales de alto intercambio). El capitalismo tecnológico ha resuelto una gran paradoja; con menos obreros explotados se logra una calidad mejor de vida gracias a la abundancia de mercancías de uso que aparecen en el mercado. Y por ello también menos conflictividad social en los países del sistema capitalista. Sin embargo, por el proceso de producción de ganancia lo vuelve inestable. Es inestable porque para mantener una tasa de ganancia competitiva se requieren cantidades inmensas de dinero lo cual obliga a concentración de capitales cada vez mayores. Esto se refleja en los bancos que transcienden su esfera nacional y deben transnacionalizar su base monetaria como lo muestra la creación del Euro,

Esto último es lo que está ocurriendo con las masas de capitales que buscan la producción de ganancia para mantener el dinero dentro de la circulación global del capital en los circuitos financieros del mundo.

Entonces, esta etapa se da sobre una disyuntiva: o bien, se busca un mayor proceso de plusvalorización; o bien, mantener un bajo nivel de ganancia de dinero, casi al límite de cero. En la primera opción es volver bajar el nivel de vida de las clases sociales dependientes del capitalismo reduciendo su salario, beneficios sociales, seguridad económica, en una palabra precarizar las condiciones de existencia para abaratar los precios de los salarios a niveles de subsistencia. Esto produciría catástrofes sociales y reeditar las luchas sociales a niveles más violentos y masivos. La segunda opción es la de mantener tasas de ganancias mínimas en base a acuerdos y consensos entre capitalistas como verdaderos armisticios para evitar la competencia y mantener el sistema capitalista de manera de conservar las posiciones dominantes y evitar las inestabilidad entre ellas. Al parecer, por las medidas y reuniones de líderes mundiales, se establece esta paradoja: ¡se están haciendo las dos cosas al mismo tiempo!

Por una parte se imponen planes de ajustes sociales y por la otra se acuerdan no dominarse mutuamente entre capitalistas. Se hace esto como hace 260 años por la fuerza militar. Los planes de ajustes producen revueltas sociales que deben ser contenidas por las fuerzas armadas del Estado. Por lo tanto la fabricación y provisión de armamentos garantizan buenas ganancias; ejemplos de esto son las represiones en España, la movilización de tropas en Estados Unidos por el 11.S, las revueltas árabes y las guerras de Afganistán e Irak. Por otro lado se ponen de acuerdo y se compran deudas o se proveen de dinero a aquellos bancos que han visto desvanecer su capital que buscaban altas tasas de ganancias donde no existían de parte de bancos que sí tienen tasas de ganancias reales provenientes de la producción industrial; como lo ejemplifica claramente los bancos alemanes que ayudan a los bancos españoles, irlandeses, griegos, portugueses; así como el banco federal norteamericano a los bancos regionales de su país. Seria nivelar las pérdidas.

En esta etapa del capitalismo su forma parece de la de un enfermo que no puede salir de la terapia intensiva, sin que esto se traduzca en agonía aún. Ante este cuadro hospitalario se ven surgir por todas partes economías alternativas como forma de seguir el desarrollo de la humanidad dejando de lado el desarrollo capitalista. Como todo proceso histórico que cumple una función y una etapa determinada el capitalismo esta brindando todo el despliegue que la economía puede dar bajo su dominación y se vislumbra otro proceso histórico que paso a paso se va afirmando como el camino seguro y posible para desplegar las enormes potencialidades de la humanidad como inteligencia activa y consciente de sí misma. Que estas formas de economía se la llame socialismo solo es una cuestión política.

11de septiembre de 2011.