En los días posteriores a las elecciones nacionales
legislativas se produjeron algunos cambios. Por empezar, el gabinete nacional
sufrió el choque de la derrota electoral. Un cambio que gira hacia la derecha comenzó
en el gobierno nacional.
Pero
ver la foto electoral no ayudará en nada en ver que es lo nuevo de la política.
Por eso debemos partir de los momentos políticos anteriores. Esos fueron los
dos últimos años. Luego de la hazaña del 54% logrado por Cristina Kirchner el
movimiento de este sector político giró en torno al eje principal de la misma
señora presidente. Desde el 2011 a la fecha la acción política se basó en
consolidar la figura única de la presidente. Fue así, que largas demostraciones
de lo contrario por la población, se viera que esa posibilidad de reformar la
constitución sea un sueño que se desvanece durante la realidad viva. Esas demostraciones fueron las movilizaciones del
año 2012 en las calles y de parte de los llamados cacerolazos masivos. Se llega
así a este año 13 con que el gobierno tiene una figura sola para seducir al
electorado y lanzado a la utopía de lograr resultados favorables a esa figura
para la re reelección coloca nombres nuevos en todos los distritos. El
resultado no fue el mayoritario sino de un 30% de votos a favor de este
proyecto. Luego de las elecciones y visto la imposibilidad real y contundente
de ese camino se gira y se coloca a Capitanich como sucesor del gobierno
actual.
Este
giro está acompañado por la senda de la derecha que en las últimas medidas dan
indicios inequívocos. Sería esto la respuesta a la seducción de Massa en el
electorado y medios financieros de sustentación y medios comunicativos de
seducción que juegan obviamente a este camino político. El gobierno parece
tomar cuenta esto y da respuesta en ese sentido. El kirchnerismo buscará ser el
viejo mejor conocido para el Poder real económico que bueno y malo por conocer
como el massismo por nacer.
Este
giro también fue seguido por otros políticos, Binner fue hacia ese lado con sus
dichos y actos buscando, tal vez, conseguir favores de ese espectro político nacional.
El partido Socialista ahora manejado por Hermes Binner fue así el otro partido
que giró a la derecha; tratando de perfilarse como centro derecha al partido
tradicional de la centro izquierda. Esto tuvo su reflejo electoral en el que la
izquierda tiene un espacio real y voto al Partido Obrero. El PO nunca logró
llegar ni cerca del 1% de los votos nacionales, en esta oportunidad llegó a más
del 6% en todo el país. Un millón y medio de votos que capitalizó el espacio
dejado libre por el socialismo binnerista, quien a su vez perdió ese caudal por
nada que le brindó la derecha. La derecha fue ocupada por sus tradicionales
representantes como el PRO de Macri, el peronismo que lideró Massa fue el que
captó mejor ese espacio político social de la Argentina. Así el socialismo no
tuvo ni tiene capacidad de seducir a la derecha política ya que es una
contradicción casi antinómica esa unidad para los votos electorales.
Se
evidencia así la jugada del gobierno de apuntalar nombres para la próxima
elección presidencial del 2015. Capitanich será el primero y quizás no el único
si llega a no ser aceptado por el grueso del votante kirchnerista y de los
peronistas disidentes. Los movimientos del gobierno han sido hasta ahora muy
positivos para ellos y se ha logrado superar el fracaso electoral pasado en
octubre. Tanto que ya nadie reivindica un triunfo fuera del gobierno nacional.
El kirchnerismo no ha ganado las elecciones pero también no han ganado ninguno
de los opositores del gobierno. En este empate por la negativa queda ganando el
propio gobierno que por eso sale a manejar la agenda política ya que no ha
pasado nadie a liderar espacios de poder luego de los resultados electorales.
Esto se evidencia en que la oposición pasa de nuevo a relatar lo que no le
gusta de lo que hace el gobierno y el partido del gobierno. Cosa que se sabe,
solo refuerza el relato del mismo gobierno.
Del
la misma manera que el gobierno parece estar fortalecido en estos días de
diciembre, la oposición parece seguir débil ya que no logró imponer un solo y
único liderazgo político. En la derecha Macri vuelve a su lugar de disputa
indiscutida, mientras Massa se desdibuja por pasos en falso que da. La foto
junto a Insaurralde es uno de esos pasos. Y los arreglos en la legislatura
provincial de Buenos Aires es otro de los pasos obligados a dar en falso por
sus históricos dirigentes sumados por puro electoralismo. A la vez que el mismo
gobierno actuó de manera precisa y acertada evitando la fuga de dirigentes
hacia Massa.
Por el
lado de la centro izquierda el mundo está fragmentado en grietas bastantes
pronunciadas. El radicalismo pudo perfilar a Cobos como su líder para disputar
la presidencia. Los radicales no ceden en sus pretensiones políticas históricas
y ya se han abroquelado en un bloque aparte de los del FAP. La experiencia UNEN
sirvió hasta las primarias y ahora en el
bloque de diputados hacen bloques separados y unipersonales: Carrió por una
parte, Lusteau por otro. El FAP es un interbloque de socialistas binneristas,
Libres del Sur, y Lozano. Todo este mosaico de centro izquierda, incluido el
radicalismo, bregan cada uno por su cuenta a la imposición de su propio líder a
los demás. Es al parecer que la oposición jugará a ser quien es el más opositor
entre ellos y no el de crear un espacio de lucha para ser la opción de Poder.
Ante
todo esto el peronismo global se siente dueño de casa. Sus distintas posiciones
de intereses están libres de hacer sus juegos para disputar el poder sin que
haya un peligro desde afuera. Nadie parece perfilarse para ser un peligro real
a conglomerado peronista que optará por cerrar el espacio a unos pocos
dirigentes y espacios de poder para seguir gobernando el Estado Nacional los
próximos años. En este juego, el kirchnerismo tiene una representación real del
30% de la voluntad popular, que si bien no es una clara mayoría absoluta, es la
mayor representación política que hay en el país y que si sigue en esta senda
de corrección del pasado fracaso ( como el de Moreno) puede no solo aumentar
sino que hacer efectivo esa mayoría simple sobre el disperso y agrietado mundo “opositor”
sin contratiempos y continuar su poder un periodo mas en el 2015. En este
panorama el que se puede destacar y figurar es la izquierda trotskista como la
nueva estrella de la política argentina ya que las contradicciones sociales y económicas
subirán de tono como siempre ocurre en el capitalismo.